


“Ese hombre de cabellera dispersa, no es otra cosa
que el exhumador de un mundo antes irredento
ha aprendido, sufriendo, formulas magicas que los otros desconocen:
conjuros para evocar y recrear las danzas interiores.
Razas sordomudas, perdidas en sus parajes profundos
cobran voz bruscamente
y, desde el valle dormido bajo la niebla,
ese coral suena iluminando regiones desoladas o magnificas
hasta que toda la tierra se convierte en eco…“
Juan Eduardo Cirlot
“Así, hasta que toda la tierra se convierte en eco…”
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